el procomún
Nuevos modelos de interrelación social en los que desparacen los intermediarios tradicionales, se cuestionan los paradigmas clásicos de precio y valor y se generan formas de consumo y pensamiento más libres y menos centralizadas.
Paradigma conceptual o espacio institucional de libertad, el procomún es la clave que permite comprender muchos de los comportamientos que se dan en la red y la sensibilización popular respecto a la filosofía Copyleft. Lo significativo del éxito de los weblogs, las listas por grupos de afinidades o los archivos on line para investigadores (como el Open CourseWare que permite acceder online a todos los contenidos de los cursos impartidos en el Massachussetts Institute of Technology / MIT) es que, de facto, la red se ha convertido en un sistema abierto y cooperativo en el que comunidades humanas comparten y gestionan recursos, y en el que, a menudo, tanto el volumen de intercambio como la calidad de la producción artística y de información, son de mayor envergadura que los que se dan en el mercado.
Estamos hablando de un tipo particular de libertad respecto a las limitaciones tradicionales del mercado, especialmente dos de ellas. Las que se refieren, por una parte, a la concentración de los medios de comunicación y su confusión con los grandes focos de poder político (te suena el efecto Berlusconi?) y, por otra, al desplazamiento sistemático del discurso político a favor de la distribución de productos de entretenimiento estandarizados , es decir de claves culturales y de comportamiento controladas para su traducción en actos de consumo.
"El redescubrimiento del procomún"por David Bollier, consultor independiente y cofundador de Public Knowledge (organización de defensa del interés ciudadano en el entorno virtual).
"La economía política del procomún"por Yochai Benkler, jurista especializado en la economía del entorno digital y figura de referencia respecto a la sostenibilidad de enfoques no propietarios, autor de una abundante literatura sobre el tema del procomún.
"¿Proteger o expoliar? Procomún frente a propiedad intelectual"
por sindominio.net
Las ideas no son mercancías, al carajo con el principio económico de escasez.
Paradigma conceptual o espacio institucional de libertad, el procomún es la clave que permite comprender muchos de los comportamientos que se dan en la red y la sensibilización popular respecto a la filosofía Copyleft. Lo significativo del éxito de los weblogs, las listas por grupos de afinidades o los archivos on line para investigadores (como el Open CourseWare que permite acceder online a todos los contenidos de los cursos impartidos en el Massachussetts Institute of Technology / MIT) es que, de facto, la red se ha convertido en un sistema abierto y cooperativo en el que comunidades humanas comparten y gestionan recursos, y en el que, a menudo, tanto el volumen de intercambio como la calidad de la producción artística y de información, son de mayor envergadura que los que se dan en el mercado.
Estamos hablando de un tipo particular de libertad respecto a las limitaciones tradicionales del mercado, especialmente dos de ellas. Las que se refieren, por una parte, a la concentración de los medios de comunicación y su confusión con los grandes focos de poder político (te suena el efecto Berlusconi?) y, por otra, al desplazamiento sistemático del discurso político a favor de la distribución de productos de entretenimiento estandarizados , es decir de claves culturales y de comportamiento controladas para su traducción en actos de consumo.
"El redescubrimiento del procomún"por David Bollier, consultor independiente y cofundador de Public Knowledge (organización de defensa del interés ciudadano en el entorno virtual).
"La economía política del procomún"por Yochai Benkler, jurista especializado en la economía del entorno digital y figura de referencia respecto a la sostenibilidad de enfoques no propietarios, autor de una abundante literatura sobre el tema del procomún.
"¿Proteger o expoliar? Procomún frente a propiedad intelectual"
por sindominio.net
Las ideas no son mercancías, al carajo con el principio económico de escasez.
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