¿El fin de la crítica?
Un texto de Ricardo AMASTE publicado en POLITIKAK:
Para “entreteneros” en una tarde de verano, os invitamos a leer un txt que hemos publicado en Politikak , sobre la exposición Incógnitas en el Museo Guggenheim Bilbao. Un txt que no aporta respuestas, pero si algunas preguntas y dudas y sobre todo, plantea la cuestión sobre la función de la crítica (entendida como debate y comunicación) y por qué hay cada vez un mayor desplazamiento desde la “opinión pública” a la “opinión en privado”. El txt está muy centrado en el contexto artístico vasco y en esta exposición, pero leyendo con intención, es extrapolable a otros muchos aspectos sociales, culturales o políticos.
¿El fin de la crítica?
De un tiempo a esta parte, noto que el expresar opiniones o juicios críticos, es un ejercicio en vías de extinción. En muchos casos, cuando se da, es simplemente a modo de chisme o chascarrillo malicioso. Han dejado de proliferar los siempre pintorescos berrinches incontrolados y los que se dan, incluso nos parecen tremendamente anacrónicos. Tampoco existen espacios específicos de referencia que den soporte al “juego” de la crítica; todo se ha atomizado en el personalismo del blog o se ha difuminado hasta confundir la crítica con la mera descripción razonada.
Intento entenderlo y pienso, que quizá hemos decidido opinar y criticar dentro de círculos de confianza (desde la “opinión pública” a la “opinión en privado”), ya sea por no perturbar el tenso clima de corrección política, porque no deseamos desvelar completamente “nuestras cartas” o porque simplemente, preferimos utilizar otras estrategias de trabajo y de generar opinión, más sofisticadas que “el decir lo que se piensa para que los demás lo sepan” -algo que a día de hoy, la mayoría de las veces, si llega a tener algún tipo de efecto, es el de poner en alerta los protocolos de respuesta de quien recibe esa crítica-.
>> Puedes seguir leyendo en http://www.politikak.org
Carta a los artistas en Euskadi publicada por Juan Luis Moraza
Diario El Correo 29/07/2007
Uno no hereda la tierra de sus antepasados, la toma prestada de sus
descendientes». Con este proverbio massai queda desmontada cualquier
noción de propiedad, incluso de propiedad intelectual. El usufructo de
los bienes del planeta supone una responsabilidad con respecto a
nuestros descendientes, y también el saber deja de ser un capital que
debe conservarse intacto proveniente del pasado, para convertirse en una
gran obra colectiva que nos impulsa desde el futuro.
La riqueza de un lugar es también y sobre todo la de sus gentes. Hace
apenas dos meses solicité vuestra ayuda para la tarea imposible de
elaborar en tan poco tiempo un ensayo expositivo sobre el Arte
Contemporáneo en Euskadi por encargo del Museo Guggenheim Bilbao. La
respuesta ha sido tan espectacularmente generosa por vuestra parte que
me siento, además de emocionado, avergonzado por no haber podido hacer
más y mejor aquello que sin vosotros no habría sido posible. Más allá de
beneficios e intereses profesionales, más acá de supuestas diferencias
ideológicas, estilísticas o personales, esta respuesta ha sido la
demostración de que los artistas actuamos desde la desnudez y la
precariedad, y ahí se desvela lo más singular de nuestro ser de deseo.
No se sostiene el mito de los artistas narcisistas, soberbios y
enfrentados. Es nuestro deseo que siempre existe con otros, lo que dicta
nuestro ritmo. Y todo lo mejor de esta exposición es vuestro logro (...).
1 comentario
Mischa Canibal -
abrazos*